dead-lights

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viernes, 8 de octubre de 2010

Tormenta

Cuando duele tanto el corazón...
Cuando arde de odio por la vida...
Cuando no tienes escapatoria y no sabes qué hacer ni dónde ir...
Entonces, ¿qué?
Sueñas con un día en el cual no hayan problemas graves, como quien dice, gordos. Esperas el día que te encuentres bien, alegre, animado... y no está; no aparece.
Te dicen que esperes, que llegará; "todo se soluciona".
Si fuera así... ¿no estaría ya mejor? Días y días, meses y meses... casi años. Parece que todo mejora pero vuelve a lo mismo como una ruleta en la que siempre toca lo malo.
Sonríes dándote ánimos pues no hay nadie que te los de o que, por lo menos, te los sepa dar tan bien como uno mismo... y todo parece cambiar, mejora, mejora y vuelve a caer.
No hay lágrimas para derramar, no hay melodía que apague la rabia de sentir un encerramiento que no es físico, no hay nada que alivie un dolor de garganta por no poder hablar.
Las horas pasan.
Mientras todo el mundo sale para mí la calle se silencia.
No habrá luz en mi camino, no la habrá nunca pues no debe ser así, pero, lo mejor, es que sigo siendo optimista...

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